miércoles, 16 de junio de 2010

Análisis del artefacto estético de Act Up, la relación simbólica-política.

En un acto hermenéutico intentaré dilucidar algunas interpretaciones que me parece importante rescatar dentro del aspecto semiótico de esta herramienta sígnica de Act Up. Por un lado la producción de Act Up como hecho sígnico según la sentencia de Mukarovski consolida este emblema como un símbolo histórico y social pues señala que “la obra artística (artefacto estético) jamás debe ser utilizada como documento histórico o sociológico sin interpretación previa de su valor documental, es decir, de la calidad de su relación con el contexto dado de los fenómenos sociales” . Lo cual nos permite manifestar que esta producción no consolida un fin en si mismo, sino que forma parte del devenir y la memoria de un grupo, que recuerda a través de la apropiación de símbolos la lucha histórica por la equidad de derechos dentro de la diversidad, conformando un imaginario simbólico que nos remonta a su opresión social y exterminio, cabe señalar que dentro del activismo el triángulo rosa es reconocido, sin embargo no todas los sujetos homosexuales reconocen todos los signos que se relacionan a la lucha de la comunidad homosexual, ya sea por el factor tiempo, carencia de información, indiferencia, ignorancia o falta de consolidación.



Es notable también que esta producción nos remite por otro lado a la construcción social del mito, pues el adjudicar al SIDA como enfermedad propia de los homosexuales, se manifiesta dentro del imaginario del cristianismo la relación entre homosexualidad-pecado-castigo-sida, que incluso como se menciona anteriormente por Martínez Nicólas se trasladó al campo epidemiológico, lo cual podría conformar uno de los principios que Rolan Barthes afirma “lo falsamente obvio” , afortunadamente la desmitificación a través de los estudios de casos y detecciones derribó estas ideas que propiciaron dentro de los años ochentas una oleada de discriminación, homofobia, criminalización y persecución contra la comunidad homosexual.

Por otro lado la construcción del mito encausa precisamente a lo que Bruner comenta “Haríamos mejor en cuestionar nuestra capacidad de construcción y reconstrucción de formas comunales de vida…partiendo de que…la “realidad es el resultado de prolongados e intrincados procesos de construcción y negociación profundamente implantados en la cultura” , es precisamente en estas estructuras construidas por la sociedad, en las que grupos como Act Up intenta implementar su postura cuestionando las construcciones sociales y más que negociar, luchar por insertarse en la dinámica social en busca de la justicia social y la visibilidad de los problemas de las minorías, esto es de suma importancia pues el mismo grupo Act Up reconoce en su portal de internet que no pueden concebir a los que buscan una transformación social si no es a través de la expresión pública de sus demandas, pues ellos piensan que es en las calles donde se hace la política.




Dentro de estas construcciones sociales también se añade la dinámica del poder que explica Bourdieu, quien afirma que “el poder simbólico como un poder de construcción que tiende a establecer un orden gnoseológico…los símbolos hacen posible el consenso sobre el sentido del mundo, promueven la integración social” , en este sentido Bourdieu ciertamente hace énfasis a la hegemonía del poder simbólico de la clase dominante, sin embargo dentro de las minorías y otros sectores también se establece un orden e integración social a partir de los símbolos, en este caso podemos encontrar dicha integración a través del reconocimiento de un imaginario relacionado por la lucha como en el caso del devenir histórico del triángulo rosa, pero también en la conformación de vínculos que se establecen dentro de las personas que luchan por su vida, pues estas relaciones Act Up dentro de su discurso actual se consolida a través no sólo de redes sociales entre la comunidad homosexual, sino que abandera a heterosexuales, niños, niñas, mujeres, hombres, y todos aquellos que han sido afligidos por la pandemia del SIDA.

Dentro del discurso de Act Up, podemos también encontrar un conflicto ideológico relacionado a la política, pues Stuat Hall dice que “Una cadena ideológica concreta no se convierte en punto de conflicto, no sólo cuando las personas intentan destruirla, romperla o impugnarla por medio de su suplantación por algún otro conjunto de términos alternativos totalmente nuevos, sino también cuando interrumpen el campo ideológico para transformar su significado por medio de un cambio de articulación o rearticulación de sus asociaciones” , con respecto a esta sentencia de Hall, es evidente que lo que busca Act Up a través de su discurso político es la suplantación ideológica respecto al SIDA; pues su búsqueda de implementación de programas educativos, es para erradicar toda la discriminación y estigmas que existían con respecto a la gente que era portadora del virus, lo que considero uno de los principales objetivos del grupo, pues la transformación relacional y asociativa de la enfermedad tenía una carga negativa, lo cual se busca enmendar a través de la resignificación a través de la posición del triángulo rosa en lo que respecta a la imagen de la producción artística, pero de manera más profunda dentro de las estructuras sociales a través de la información, la prevención y la educación.



Finalmente nos encontramos ante la visión política del arte que expresa Paloma Blanco: “un arte comprometido con los lugares sobre la base de la particularidad humana de los mismos, su contenido social y cultural, sus dimensiones prácticas, sociales, psicológicas, económicas, políticas…” partiendo de una concepción del artista como experimentador-informador-analista-activista que propone, donde se trae a memoria la consigna de las feministas de los setentas que afirman que “lo personal es político”, de esta manera se puede rescatar precisamente este artefacto estético con un sentido político de Act Up, siendo productores, informadores y activistas, que intentan transformar e incidir no sólo dentro del imaginario simbólico de la sociedad, sino que usa esta herramienta como un símbolo de memoria histórica, de integración social, de manifestación en contra de la hegemonía del poder, recordando que el permanecer en el silencio coloca a todas las personas infectadas en el precipicio de la muerte, es loable la lógica incluyente con que se ha vinculado la problemática del SIDA para Act Up, pues reconoce que no sólo son homosexuales los que luchan en contra de esta enfermedad, sino que se articulan dentro de una lógica incluyente, haciendo suya la voz de todos aquellos que son afectados por el SIDA.

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